Educación confinada: una mirada desde la defensa de la infancia
A partir del 11 de marzo se inicia una situación de emergencia sanitaria que supone el cierre de los centros educativos de cara al alumnado de las distintas etapas.
En este contexto, son varios los colectivos que, desde el ámbito educativo, han manifestado su preocupación por cómo están pudiendo afrontar las familias el acompañamiento de sus hijos e hijas y su rechazo hacia algunas de las medidas que se han ido planteando desde el marco institucional.
A continuación, se recogen algunos de estos manifiestos que nos parece que ofrecen una mirada crítica, que da pie a la reflexión, y que aportan vías de intervención interesantes a la hora de afrontar esta situación de una manera respetuosa hacia nuestros niños y niñas y sus familias.
Los hemos ordenado cronológicamente para reflejar más claramente cómo han ido evolucionando las preocupaciones en la comunidad educativa a medida que avanzaba el confinamiento y sus efectos.
Abril, 2020
Comunicado del Colectivo Pedadógico AMA-GI (Leganés)
Desde Ama-gi hemos reflexionado sobre la situación actual de confinamiento, con el COVID-19, en relación a la educación. Somos conscientes, como educadores, del papel que ha tenido que asumir el profesorado. Y como familias, también hemos tomado conciencia de las distintas situaciones. Para este análisis hemos tenido en cuenta también el papel de las Administraciones y las Instrucciones Educativas recibidas hasta ahora.
Queremos agradecer el esfuerzo de toda la Comunidad Educativa en estos momentos y nuestra intención con este comunicado es contribuir a la mejora de esta situación y seguir caminando hacia una transformación real de la Escuela.
– En esta situación de confinamiento, no sólo se ha manifestado la brecha digital en la que nos encontramos, si no que se ha puesto de manifiesto el empeoramiento de la brecha social, las diferencias sociales han aumentado.
Muchas familias no tienen recursos tecnológicos, lo que dificulta la realización de tareas. Y aunque tengan los recursos digitales necesarios, en cada familia hay circunstancias diferentes: si hay varios niños y niñas y los padres y madres teletrabajando, tampoco se dispone ni de tiempo, ni de medios para acceder a las tecnologías. La equidad ahora es imposible.
Las administraciones no están pudiendo asumir que todas las familias tengan este aspecto cubierto.
– Es preciso analizar la coordinación que se está realizando en los centros a la hora de organizar la educación desde casa. Puesto que no hay instrucciones al respecto, cada centro se está organizando como puede e incluso dentro de los mismos centros no hay acuerdos comunes: tipo de tareas, plataformas, acceso al alumnado, etc. Se hace urgente reflexionar sobre:
¿Qué tipo de escuela estamos creando on-line?
– Consideramos que no debemos dar prioridad a los contenidos curriculares, sobre todo en primaria, ya que se abordan a lo largo de toda la etapa. Ahora la prioridad es la Educación emocional y el bienestar de nuestros niños y nuestras niñas.
Animamos a que las tareas que pongamos a nuestro alumnado sean competenciales y que sean tareas abiertas que permitan la adaptación a todo el alumnado y mayor autonomía en su realización.
– Por lo tanto, no apoyamos que se adelanten contenidos en el tercer trimestre puesto que esto lo único que puede generar es mayor diferencia y estrés en las familias.
.- Ahora es el momento de plantearnos qué tipo de escuela queremos, de generar espacios de debate y reflexión, más allá de la plataforma que vamos a usar, las tareas que vamos a mandar, de cómo vamos a evaluar en el confinamiento, etc. Es preciso un cambio de Paradigma Educativo.
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– Es preciso resaltar y reivindicar el papel de las administraciones: ahora no se están cubriendo las bajas, por ejemplo, lo que carga de más trabajo al resto del profesorado. Además de la intervención asistencial, es preciso un seguimiento a otro nivel del alumnado (situación económica, familiar, emocional, etc).
Debemos exigir los recursos necesarios en los centros para que el 1 de septiembre estén las plantillas completas, que haya una bajada en la ratio, equipos de apoyos suficientes para el alumnado con dificultades, etc.
En el próximo curso se debe dar prioridad a compensar la situación que se ha generado con el confinamiento, que pasa por tomar medidas como las descritas.
– Y por último, manifestamos nuestro convencimiento de que la escuela presencial es insustituible. Todos los esfuerzos deben ir destinados a mejorar y mantener un Escuela Pública sólida y de calidad que permita esa transformación social que, ahora más que nunca, necesitamos.
14 de abril 2020
Comunicado de la Confederación Estatal de MRP COVID-19
Mostramos nuestra solidaridad con el alumnado y sus familias, que viven una difícil situación, imprevista, incierta y compleja. En todo caso, todos, mayores y pequeños, aprenderemos con esta experiencia. También expresamos nuestro reconocimiento al trabajo que están llevando a cabo educadores, dentro de la dificultad y la incertidumbre a la que están dando respuesta con profesionalidad. Y nuestra admiración y agradecimiento a las personas que trabajan en primera línea desde la sanidad, la atención a las personas y los servicios básicos.
La situación actual, provocada por el COVID-19, ha puesto de manifiesto las deficiencias que arrastra el sistema educativo y que tendrán que ser abordadas con urgencia. En este contexto social problemático, la Confederación Estatal de MRP manifiesta que:
- Todas las medidas político/administrativas que se propongan, desde las distintas administraciones, tienen que respetar escrupulosamente el marco de los derechos humanos.
- La ciudadanía tiene derecho a la educación y, por tanto, debe asegurarse su estricto cumplimiento en todos los sectores sociales.
- Es urgente que se planteen medidas para compensar las desigualdades que la situación actual está provocando en muchos ámbitos sociales y, concretamente, en el contexto educativo.
- Reconocemos y agradecemos el trabajo y el compromiso del profesorado y de las familias para resolver esta situación. Es un momento en el que la empatía, el ajuste a las necesidades de cada alumno y alumna, la adecuación al entorno socio-económico… son muy importantes. La actualidad pone de manifiesto que es necesario mejorar la formación del profesorado en el uso de las TIC y equipar, con recursos digitales, a los centros. Nos sentimos identificados con todo el profesorado que desde su compromiso ético, superando lo estrictamente profesional, está desarrollando su labor y consiguiendo compensar muchas deficiencias que el sistema educativo contiene y que en estos momentos se manifiestan con crudeza.
- Las decisiones político/administrativas deben estar orientadas a que la Escuela Pública se mantenga como factor de integración. Las diferencias de capital social y cultural de las familias y del alumnado ahondan la brecha de la desigualdad.
- Consideramos que el desarrollo del currículum no debe centrarse exclusivamente en las materias académicas. Esta situación nos enseña que se deben incluir otros contenidos relacionados con el ámbito familiar y social. Somos conscientes que nuestros alumnos y nuestras alumnas están aprendiendo contenidos que les ayudarán a ser personas críticas y conscientes de los problemas del mundo que les rodea. Defendemos, una vez más, el carácter global, abierto y plural que el currículum escolar debe asumir.
- Consideramos que el desarrollo emocional del alumnado forma parte del trabajo actual del profesorado. Las medidas compensatorias, la posibilidad
de atención al alumnado en época estival… se organizarán con el objetivo de compensar desigualdades. Reflexiones de las AMPAS, informes de los claustros, memorias de fin de curso, y otras iniciativas son más necesarias que nunca para programar el curso que viene. Sería necesario mantener las fechas de final (incluyendo algún acto de clausura) e inicio del curso siguiente tal y como están actualmente. - Se debe considerar que la evaluación del alumnado se adapte a estas circunstancias y se contemple el aprobado general como solución inmediata para el curso actual. Es momento de superar el concepto tradicional de evaluación que, en ocasiones, es injusto y no equitativo. El profesorado tiene argumentos (aspectos cuantitativos y cualitativos de su proceso evaluador) para flexibilizar estas medidas en aquellos cursos, centros y situaciones que así lo aconsejen.
- Animamos a que todos los implicados, administración, profesorado, familias, alumnado, desarrollen modelos educativos sensibles con situaciones en las que la educación puede provocar mayor desigualdad social en ámbitos sociales desfavorecidos. Insistimos en la necesidad de crear modelos de Escuela Pública innovadores, adaptados a los requerimientos de la sociedad actual.
- Instamos a la administración a cambiar planes de formación del profesorado que incluyan, además del compromiso ético con los más desfavorecidos, la utilización de recursos digitales en modelos escolares más abiertos que la sociedad está demandando.
- Las administraciones deben considerar, con urgencia, que es necesario aumentar las inversiones en educación para construir la Escuela Pública inclusiva e igual para todas y todos.
- Además, las administraciones deben proponer soluciones a otros problemas, en muchas ocasiones ocultos, que el confinamiento está provocando en el alumnado.
Desde la Confederación Estatal de MRP manifestamos nuestra disposición a colaborar para que todas estas propuestas se puedan llevar a cabo.
2 de mayo de 2020
Vuelta insegura y discriminadora a las aulas de educación infantil
Los Colectivos de Educación Infantil de Madrid abajo firmantes queremos poner de manifiesto nuestra sorpresa y profunda preocupación ante la medida que el Gobierno de la Nación ha propuesto en relación a la vuelta a las aulas de los niños y niñas menores de 6 años cuyas familias hayan de trabajar presencialmente. No se ha dado ninguna explicación sobre los criterios (pedagógicos, sociales y sanitarios) que, entendemos se habrán tenido en cuenta para hacer un análisis riguroso antes de haber tomado esta decisión. Si el planteamiento de reapertura de los centros tiene una función social, para aquellos padres y madres que deben ir a trabajar debiera serlo para toda la infancia que no puede aún quedarse sola con condiciones de seguridad física y emocional, por lo tanto para gran parte de la etapa de Primaria. Pero sorprendentemente vemos que se hace solo en los primeros años, generando situaciones como el que varios hermanos con distintas edades, uno en infantil y otros en primaria tengan distinto tratamiento. ¿Es que a partir de 6 años pueden quedarse solos en sus casas?
Pero hablemos de seguridad, la misma que determinó que Escuelas Infantiles y Colegios, junto al resto de centros educativos, fueran los primeros que se cerraron, seguridad que, ahora, es imposible de garantizar con esta decisión, más aún cuanto menor es la edad porque mantener, por ejemplo, la distancia física requerida es irrealizable en la Educación infantil. Pero además nos preguntamos: ¿Cuáles son las medidas sanitarias que el Gobierno ha barajado tanto para los niños y niñas como para profesionales? ¿Qué garantías tenemos de que no se contagien entre sí y a sus familias y de que los y las profesionales no contagien a las suyas? ¿Quiere ahora decirse que la seguridad que se salvaguarda para la infancia y la adolescencia a partir de 6 años no importa antes de esa edad?
Si se mira desde el punto de vista profesional la medida es muy discriminatoria, porque se obliga a la vuelta al trabajo a profesionales que, en el caso del primer ciclo (0 3 años), han recibido el ninguneo de las administraciones. Estas no han tratado como docentes a este tramo profesional de educadores y educadoras al ignorar, en la mayoría de territorios, el trabajo online de acompañamiento, sostén y orientación a familias y criaturas, al negar durante el confinamiento esta opción para mantener vínculos necesarios con las familias. En muchas Comunidades Autónomas se han suspendido contratos y convenios con empresas y con administraciones municipales, provocando muchos ERTEs en las primeras y despidos en las segundas. ¿Quiénes, en el supuesto de reapertura, van a llevar a cabo esta tarea de educar y atender a los menores de 6 años?, ¿solo aquellos centros cuyo personal dependa directamente de Comunidades o Ayuntamientos?
Con esta decisión el segundo ciclo recibe también un trato de asistencialidad, función que con demasiada frecuencia y desde el desconocimiento, se da al primero. En todo caso, no hay equidad entre lo que se hace con la Etapa de Infantil y lo que se hace con el resto de etapas educativas; tampoco hay seguridad para criaturas y profesionales con su regreso a los centros, lo que se extiende a sus familias.
La conciliación es un concepto que procede del mundo laboral, y que se ha querido trasladar al educativo, concretamente en la primera etapa, y en especial en el primer ciclo. La conciliación tiene que ser familiar y laboral, no escolar y laboral. Son políticas socio-laborales las que deben dar respuesta, por ejemplo como se propone en algunos países de nuestro entorno, subvencionando a un progenitor o progenitora para que se quede al cuidado infantil mientras el otro o la otra se incorpora al trabajo.
Por todo lo expuesto, creemos que la decisión propuesta es una mala solución porque atenta contra la salud, pues no se tienen las garantías sanitarias que, sin embargo, se exigen para otras desescaladas; es injusta con profesionales de Infantil respecto a las otras edades y es incompleta al no dar respuesta a quienes en Primaria también lo precisarían si el argumento del Gobierno fuese coherente. Pedimos al Gobierno de la Nación que recapacite sobre esta decisión y retire la propuesta de abrir los centros para los niños y niñas menores de 6 años.
MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN INFANTIL 0-6
Los abajo firmantes, personas todas interesadas en la Defensa de la Infancia, Exponemos que:
Debido a la situación excepcional que estamos viviendo en estos días a causa de la COVID-19, hemos reflexionado y queremos expresar y dar a conocer la voz de los niños y niñas de la primera infancia. Está siendo habitual en el tratamiento de esta crisis sanitaria la falta de consideración hacia la Infancia en las medidas que tanto el Estado como las Comunidades Autónomas, van adoptando frente a la pandemia. Los niños y niñas pequeños merecen todo el respeto de la sociedad y ser tratados como ciudadanos de pleno derecho.
El debate educativo se está centrando en las necesidades de las familias y de otros colectivos y no en las de la Infancia, según quedan recogidas en la Declaración Universal de los Derechos del Niño, en el que el interés superior del niño sea el principio rector de las medidas que adopten los responsables políticos y las instituciones.
Los niños han visto cambiar su vida de la noche a la mañana. Se ha de respetar a los menores de seis años y tener en cuenta sus necesidades, que son específicas y distintas de las de otras etapas educativas, no por ello menos importantes.
La Consejería de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid no nos ha dado respuesta sobre cómo garantizar la seguridad de los más pequeños.
De 0 a 6 años no valen los protocolos sanitarios propuestos desde las autoridades. Ningún Decreto u Orden hasta ahora emitido, ha recogido nuestra realidad. La realidad de niños y niñas de 4 meses a 6 años, y de las personas que les educan, cuidan, protegen y atienden. Nadie ha tenido en cuenta el terrible impacto que ha supuesto para ellos la interrupción de la actividad educativa y no se ha establecido ningún conjunto de medidas técnicas y menos aún económicas para atenuar dicho impacto. No se ha contemplado aumentar el profesorado, realizar compras de medios informáticos para facilitar la enseñanza online, reforzar los Equipos de Atención Temprana. Todos estos profesionales, educadores, maestros, han estado cada día acompañando y atendiendo a los niños/as y a sus familias, desde el mismo día que se declaró el estado de alarma.
Queremos contribuir a esa “nueva normalidad”, pero necesitamos ser escuchados y oídos. Somos la etapa más vulnerable del Sistema Educativo, y la primera que se propone incorporar a las aulas. Queremos que se abran los centros, pero con plenas garantías sanitarias y educativas.
Por todo lo anteriormente expuesto Queremos:
- Que se retiren las Instrucciones de Escolarización en esta etapa en la Fase III.
- Que se contemple a la Infancia en todos sus tramos con el derecho a ser tratada en igualdad con el resto de colectivos sociales, articulándose medidas específicas tanto sociales como técnicas y presupuestarias adaptadas a sus necesidades y características y nunca estando supeditada a ningún otro grupo o principio.
- La formación de un comité multidisciplinar que contemple a la Infancia en toda su dimensión y que vaya adaptando a estas edades la normativa que vaya estableciéndose.
- Ayudas a las familias para que puedan compaginar familia y trabajo.
- Protección sanitaria para todos (niños/as, profesores y familias).
- Refuerzo del personal educativo y de limpieza.
- Ratios adaptadas a la situación para el próximo curso escolar.
- Flexibilidad máxima de las jornadas; que los niños estén en los centros el tiempo estrictamente necesario, mientras dure la pandemia.
En toda esta crisis sanitaria, hemos tenido muchas obligaciones, la mayor: protegernos para proteger. Ahora para volver a la “normalidad”, seguimos teniendo obligaciones y también derechos:
- Derecho de las familias a dejar a sus hijos/asen UN LUGAR SEGURO.
- Derecho de los profesionales a TRABAJAR SEGUROS.
- Derecho de los niños/as ala SALUD Y A SU BUEN DESARROLLO FÍSICO Y EMOCIONAL.
Si los niños y las niñas pudieran expresarse en voz alta, seguro que alguna reflexión parecida, harían:
“…Si cuando lloro no me cogen,
si cuando río no comparto,
si debo limitar el desplazamiento ahora que he aprendido a andar,
si acabo de descubrir al otro y no puedo jugar con él,
si no puedo poner en práctica el compartir,
si busco tu sonrisa cómplice para dejar de llorar…
¿Qué voy a hacer en la Escuela?”
Por favor pensad en nosotros, reinventar la Escuela desde todas sus dimensiones para que siga siendo el primer sitio más importante al que fui.
Colectivo de Centros Públicos de Educación Infantil de Madrid (CCPEIM)
3 de Mayo
Por unas medidas sanitarias respetuosas con las infancias
Plataforma Estatal de Educación Infantil 0-6
Desde la Plataforma Estatal de Educación Infantil 0-6 queremos poner de manifiesto nuestro desacuerdo y profunda preocupación ante la medida que el Gobierno de la Nación ha propuesto con la apertura de las escuelas infantiles y de los centros educativos que acogen la etapa de Educación Infantil de los niños y niñas cuyas familias hayan de trabajar presencialmente.
No se ha dado ninguna explicación sobre los criterios (pedagógicos, sociales y sanitarios) que, entendemos, se habrán tenido en cuenta para hacer un análisis riguroso antes de haber tomado esta decisión.
Además si se mira desde el punto de vista profesional la medida es muy discriminatoria, porque se obliga a la vuelta al trabajo a profesionales que, en el caso del primer ciclo (0-3 años), han recibido el ninguneo de las administraciones. Estas no han tratado como docentes a este tramo profesional de educadores y educadoras al ignorar, en la mayoría de territorios, el trabajo online de acompañamiento, sostén y orientación a familias y criaturas, al negar durante el confinamiento esta opción para mantener vínculos necesarios con las familias. En muchas Comunidades Autónomas se han suspendido contratos y convenios con empresas y con administraciones municipales, provocando muchos ERTEs en las primeras y despidos en las segundas. ¿Quiénes, en el supuesto de reapertura, van a llevar a cabo esta tarea de educar y atender a los menores de 6 años?, ¿solo aquellos centros cuyo personal dependa directamente de Comunidades o Ayuntamientos?
Para que así conste elaboramos el presente documento en el que se esgrimen las razones que argumentan dicho posicionamiento.
- Conciliación familiar y laboral
El principal y único motivo alegado para abrir las escuelas infantiles 0-6 en la segunda fase de disminución de las medidas de confinamiento es la conciliación. Dicha medida atiende a una demanda social de productividad y resurgimiento de la economía imperante, no al derecho a la educación desde el nacimiento en centros escolares cuya vuelta se planifica. Pero si el planteamiento de reapertura de los centros tiene esta función social, para aquellos padres y madres que inexorablemente han de acudir a su puesto de trabajo, debiera serlo para toda la infancia que no puede aún quedarse sola con condiciones de seguridad física y emocional, por lo tanto para gran parte de la etapa de Primaria.
En todo caso la conciliación es un concepto que procede del mundo laboral que se ha querido trasladar al educativo, concretamente en la primera etapa, y en especial al primer ciclo. La conciliación tiene que ser familiar y laboral, no escolar y laboral. Son políticas socio-laborales las que deben dar respuesta, por ejemplo como se propone en algunos países de nuestro entorno, subvencionando a un progenitor o progenitora para que se quede al cuidado infantil mientras el otro o la otra se incorpora al trabajo.
- Carácter educativo de la etapa. Cultura de la Infancia.
Con esta apertura anticipada para algunas familias de los centros de infantil se vuelven a discriminar, como viene siendo habitual. La de Infantil es una Etapa educativa que tiene identidad propia, que es cuando se construye la personalidad infantil y donde el entorno educativo, que incluye la relación privilegiada con y entre las familias, ha de favorecer la posibilidad de desarrollar todas las capacidades de niños y niñas. Esto queda establecido en todas las legislaciones relacionadas con los derechos de la Infancia que recogen, además, que el Interés Superior del niño y la niña, definido en la Convención de 1989, es un derecho, un principio y una norma de procedimiento que insta a defender el desarrollo integral del menor por encima de cualquier otra medida. Sin embargo, con demasiada frecuencia y desde el desconocimiento de algunas administraciones, los centros de infantil siguen tratándose, y aún más el primer ciclo, como “guarderías, y, como ahora con esta medida, se relegan de nuevo a la asistencialidad, al servicio de las necesidades adultas, sin contemplar su carácter educativo y la necesaria seguridad.
Y todo ello sin olvidar que las docentes tendrán que duplicar su tarea para atender de forma presencial al alumnado que asista a las escuelas y teletrabajando con el alumnado que seguirá confinado en sus casas.
- Salud, seguridad y desarrollo físico, afectivo, social e intelectual.
Por una parte, no se puede garantizar la seguridad y salud de las niñas y niños, de las propias trabajadoras, ni de las familias de ambos ya que, por la idiosincrasia de la etapa y las características de las criaturas de estas edades, no se podrán garantizar las medidas higiénicas necesarias ni el distanciamiento social entre las niñas y niños, ni con las profesionales que los atienden.
Por otra parte, la medida anunciada entra en contradicción absoluta con el mencionado Interés Superior del niño y la niña y con la identidad y filosofía de la etapa que se define en el Real Decreto 1630/2006 sobre enseñanzas mínimas de Infantil en vigor, y que recoge:
- La finalidad de la Educación infantil es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños y las niñas.
- En ambos ciclos se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento de las características físicas y sociales del medio. Además se facilitará que niñas y niños elaboren una imagen de sí mismos positiva y equilibrada y adquieran autonomía personal.
Mientras estemos inmersos en esta paulatina reducción de las medidas de confinamiento, propias del estado de alarma en el que nos encontramos, las profesionales de las escuelas infantiles y de los Centros de Educación Infantil y Primaria no podrán asegurar una atención cálida, acogedora, profesional y de calidad. A continuación citamos dos de los motivos fundamentales que hacen inviable el garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias establecidas hasta el momento:
- Las acciones naturales de la infancia en las edades que nos ocupan.
− Niños y niñas que exploran, conocen y aprenden del mundo a través de los sentidos, recurriendo a la observación, manipulación y exploración de objetos y espacios (medidas sanitarias relativas a no tocar ni manipular objetos, no tocarse la cara…).
− Que viven en continuo movimiento, en interacción con los demás puesto que están en fase de pleno desarrollo motor (medidas sanitarias referidas a respetar la distancia de seguridad)
− Cuya relación con las profesionales se basa en la relación emocional y afectiva y en los gestos que la estructuran: abrazo, contacto físico, lenguaje corporal y expresión facial (medidas relativas al distanciamiento social, uso de mascarillas, trajes de protección, seguridad tanto para profesionales y criaturas...) ¿Se ha valorado el impacto emocional que les puede suponer que les reciban y atiendan personas con mascarilla, guantes, etc?
− Con necesidades básicas que deben ser satisfechas para garantizar su derecho al bienestar y al buen trato: higiene, alimentación, descanso, afecto… (nuevamente inviabilidad de respetar distancias de seguridad, manipulación de alimentos, contacto con objetos e utensilios)
- El diseño y organización propia de las escuelas.
− La escuela es un contexto privilegiado de relaciones personales entre alumnado, educadores, familias y el resto de la comunidad educativa.
− Los espacios de aprendizaje y experiencias son abiertos y flexibles y no se corresponden con espacios acotados, ni de inamovilidad en una silla y una mesa, por lo que no se puede asegurar la distancia social que se requiere para su seguridad.
− Entradas y salidas a la misma hora, todos a la vez, acompañados por sus familiares.
− A nivel general, las ratios elevadas que tienen de por si las aulas entrará en conflicto para lograr las medidas de seguridad en la ocupación del espacio y las distancias requeridas por seguridad (distancia social) y al mismo tiempo dar respuesta a todas las familias que lo requieran.
− La libertad de movimiento, fundamental para el desarrollo armónico e integral de las infancias, se verá mermada con esta situación y planteamiento de apertura. Por otra parte consideramos que son los espacios abiertos y naturales, después de tan largo confinamiento, donde deben pasar el tiempo los niños y las niñas. Desgraciadamente muchos de estos centros educativos no están acondicionados y carecen de grandes espacios abiertos al aire libre y con naturaleza. Además si la recomendación sanitaria es “no tocar” objetos del entorno, esta medida es incompatible con el desarrollo natural y de aprendizaje de los niños y niñas.
− Si ya de por si en un estado de “normalidad”, a nivel general, en las escuelas y centros de educación infantil se requiere más personal docente y educativo, con la actual situación de estado de emergencia se requerirían más aún si cabe. Esto es, que con las plantillas de personal docente y no docente que actualmente forman parte del centro educativo, van a surgir dificultades para responder a las medidas sanitarias de protección, higiene, seguridad y requisitos de acceso. Y por supuesto para una adecuada cobertura de los servicios complementarios de transporte y comedor para el alumnado que tiene derecho a los mismos (personal de comedor, autobús…).
− Variedad y cantidad de materiales y superficies que necesitan ser continuamente desinfectadas tras un uso permanente e incesante, tanto en espacios interiores como exteriores.
Finalmente, consideramos importante mencionar y visibilizar que las profesionales que desempeñan su labor en la etapa de Educación Infantil también tienen derecho a salvaguardar su seguridad personal, pueden, incluso, pertenecer a grupos de riesgo (embarazadas, mayores de 65, tener afecciones respiratorias…). No se entiende por qué el resto de profesionales de otras etapas y/o especialidades pueden mantener la situación de teletrabajo, instrucción a la que se ha dado respuesta de una forma responsable, profesional y eficiente desde el primer momento, y a este colectivo se le exija la presencia y duplicidad de atención (como ya hemos nombrado: trabajo presencial para una parte, y teletrabajo para otra si se quiere atender con responsabilidad a todo el alumnado).
La etapa de educación infantil es una etapa basada en el juego, en experiencias y en acciones fundamentalmente sensoriales y perceptivas. El fundamento de estos juegos es explorar y conocer el mundo y lo realizan a través de todos los sentidos, incluido el gusto. A su vez, las primeras infancias se relacionan con sus iguales y los adultos que le acompañan a través del contacto físico. Por ello, sabemos y vivimos curso tras curso el foco de transmisión natural de los virus de unos a otros. Consideramos que dada la peligrosidad del virus actual será sin duda un foco de infección y de propagación a las infancias que además por ende pondrán en riesgo a sus familiares al regresar a sus hogares.
Por todo lo expuesto, creemos que la decisión propuesta es una mala solución porque atenta contra la salud, pues no se tienen las garantías sanitarias que, sin embargo, se exigen para otras desescaladas; es injusta con profesionales de Infantil respecto a las otras edades y es incompleta al no dar respuesta a quienes en Primaria también lo precisarían si el argumento del Gobierno fuese coherente.
Pedimos al Gobierno de la Nación que recapacite sobre esta decisión y retire la propuesta de abrir los centros para los niños y niñas menores de 6 años.
¿Por qué exponer a la sociedad a un más que probable rebrote del Covid-19?