Trabajar la igualdad en las aulas: Una experiencia de trabajo en primaria
Zoralla Sampedro
Maestra de primaria
Desde que los niños y niñas son muy pequeñ@s, ya les transmitimos una serie de prejuicios que tienen que ver con la desigualdad de género. En la forma en que nos dirigimos a ellos, les vestimos, las conversaciones que compartimos, los cuentos, los dibujos animados les dan mensajes que ayudan a interiorizar un modelo social en el que hombres y mujeres no son tratados de forma igualitaria.
Para romper está lógica, además de la importancia que tiene que cada una de nosotras tomemos conciencia de esta realidad y colaboremos en cambiarla, es muy importante trabajar en los centros, con los chicos y chicas, desde una perspectiva que les ayude a entender que actualmente existen estereotipos de género y situaciones de discriminación sexista.
En este sentido, en nuestro centro (CEIP Miguel Hernández de Getafe), además de intentar llevar a cabo un trabajo diario de aula, que contemple herramientas que permitan educar en la igualdad, hemos dedicado las Jornadas Culturales a trabajar específicamente acerca de la “Mujer” desde distintas perspectivas.
A lo largo de una semana, hemos planteado diferentes propuestas.
En primer lugar, les invitamos a investigar, en casa, si existe o no igualdad entre los hombres y las mujeres a la hora de realizar las tareas cotidianas. Para ello, los niños y niñas, de tercero a sexto curso, rellenaron una encuesta dirigida a sus familias, que nos sirvió para elaborar gráficas en las que se ponía de manifiesto que las mujeres, hoy en día, continúan asumiendo más carga de trabajo que los hombres y que, además, hay diferencia de unas tareas a otras. Aquellas que tiene que ver con los cuidados y la limpieza doméstica, recae mucho más sobre las mujeres.
Hemos hecho lecturas compartidas, acerca de mujeres que a lo largo de la historia han sido invisibilizadas y elaborado murales, que se han colgado en el patio y distintos pabellones del centro, para darlas a conocer.
Realizamos talleres en los que se analizaban anuncios, dibujos animados y programas de televisión con contenido sexista y machista y en los que analizábamos la letra de canciones que actualmente son exitosas y que tienen un contenido sexista.
Hemos hablado acerca de los estereotipos de género, los micromachismos, el machismo, el sexismo…
Hemos invitado a mujeres de distintas generaciones que nos han contado cómo han sido educadas y tratadas a lo largo de su infancia, juventud y madurez. Les hemos preguntado acerca de las trabas y dificultades que se han encontrado por el hecho de ser mujeres y hemos reflexionado acerca de los cambios que han ido teniendo lugar en el trato que se le ha dado a las niñas y mujeres, a lo largo de los años y aquellas cosas que aún generan desigualdad.
Hemos jugado a juegos tradicionales, generalmente asociados a niños y niñas, y hemos disfrutado junt@s.
Las familias han formado parte de muchas de estas propuestas y comentaban que las reflexiones del aula se trasladaban al ámbito familiar. Lo chicos y chicas y la participación de sus madres y padres en algunos de los talleres, ha ayudado a que pensar de forma colectiva haya trascendido más allá de la escuela.
Todo esto en un contexto en el que el propio profesorado, nos formamos en propuestas que, impulsadas por colectivos como “La red de centros por la trasformación educativa”, permiten dotarnos de herramientas para la transformación desde las escuelas.
A lo largo de este curso, distintos centros incluidos en esta red, han preparado sesiones que han permitido reflexionar y compartir recursos sobre temas como: “La diversidad afectivo sexual y de género en la escuela y la familia”, “El currículum feminista” y “Las mujeres y el feminismo en la educación”.
Para propiciar entre los chicos y chicas la reflexión sobre la diversidad afectivo sexual y de género, se presentaban algunos materiales que, en forma de cuento, hemos estado trabajando en el aula.
En general, los niños y niñas, se muestran muy abiertos a entender que cada persona debe ser tratada con respeto y legitimada para desarrollarse en el papel que libremente elija, desarrollar la profesión que le interesa y exigir un trato igualitario, independientemente del género.
Pero es importante, evidenciar que socialmente queda mucho por conseguir y que cada uno y cada una de nosotr@s, debe comprometerse a la hora de construir una sociedad igualitaria.