Jardín pirata “Una experiencia Asociativa de Educación Vivencial”

Señas de identidad

Influenciadas e inspiradas por una serie de autores y experiencias pedagógicas (a los que más adelante hacemos referencia); y considerándonos personas sensibilizadas, nos resistimos a conformarnos y apostamos por un espacio alternativo cuya supervivencia depende del impulso y trabajo propio, asumiendo que recibir apoyo institucional resulta bastante complicado. Creemos en una escuela: No directiva ni invasora, respetando la actividad libre de todos los que disfrutamos del espacio.

– Activa, en la que los niños y las niñas se convierten en los protagonistas de sus aprendizajes y autodidactas.

– Globalizadora, atendiendo a todas las facetas del desarrollo y ofreciendo vivencias lo más completas posibles.

– Basada en el enfoque constructivista y autorregulador del aprendizaje, que es el que parte de los conocimientos y experiencias previas, y fomenta la experimentación y el descubrimiento.

– Individualizada, centrada en los intereses, necesidades y capacidades de cada persona.

– Socializadora, teniendo en cuenta la importancia del entorno para el desarrollo de las habilidades sociales, y sin olvidarse del aprendizaje diagonal que se establece entre las niñas y niños de distintas edades.

– Afectiva, favoreciendo el equilibrio emocional de todos los miembros de la comunidad de aprendizaje.

– Lúdica, ya que el juego es el centro de cualquier actividad y el motor de sus aprendizajes.

– Creativa, canalizando la capacidad expresiva a través de recursos variados y reconociendo todas las creaciones.

– Cooperativa, participativa, creando espacios de diálogo en los que cada miembro aporte sus puntos de vista y asuma responsabilidades en función de sus posibilidades.

– Integradora, inclusiva de las diversas culturas, religiones, necesidades educativas, etc.

– Respetuosa, un espacio de convivencia, donde escuchar activamente las emociones y necesidades, los impulsos agresivos, límites propios y ajenos, tomar acuerdos, … tenernos en cuenta.

Y hemos creado un espacio que se sustenta en una serie de principios que nos dan identidad como ambiente para aprender en libertad:

– Es un lugar de aprendizaje e investigación sobre la infancia, en el que no solo crecen l@s niñ@s sino todos los que participamos de él. Por eso nos reunimos periódicamente para hablar y compartir inquietudes acerca de la infancia y su contexto.

– Nuestro principal deseo es respetar y acoger a cada niño y niña como es. Abriéndonos a una relación profunda y comprensiva con sus características y ritmos únicos, sin juicios de valor ni comparaciones. Para construir la autoestima sin dependencia del alago o la complacencia (Gordon, Piaget, Alfil Kohn…)

– Buscamos el placer y disfrute de la vida (Epicuro). Cuando se dan las condiciones necesarias para la vida y el entorno permite la desinhibición de los impulsos naturales el ser humano siente placer; mientras que cuando algo nos resulta desagradable nuestro instinto de protección nos hace rechazarlo. Por ello nos resulta importante que se aprenda con goce.

– La labor educativa está centrada en el interés de los niños y niñas, respetando que los distintos aprendizajes se realicen de manera espontánea y libre, de forma globalizada, observando y favoreciendo sus propias capacidades y su libre desarrollo. Así, cada día cada persona decide y planifica las actividades que va a desarrollar, y recibe la ayuda que necesite para llevarlo a cabo.

– Confiamos plenamente en su capacidad e impulso innato para crecer, investigar, explorar, descubrir, aprender de forma natural (Freinet), … el ser humano trae incorporada una actitud curiosa, que puede durar y verse reforzada si la escuchamos y la respetamos. Negándola puede acabar por morir. Por eso no planificamos contenidos ni planteamos objetivos a priori, pues cada cual irá trazando su propio camino, irá mostrando sus intereses y necesidades, que son el motor de nuestro trabajo.

– El respeto ha de darse hacia el exterior, pero también hacia uno mismo, creemos importante que las personas sean capaces de escucharse a sí mismas, de tomar decisiones, resolver problemas de forma autónoma y de gestionar los diversos recursos que el mundo pone a su alcance. Esta actitud genera una gran confianza y conocimiento personal.

– Entendemos que cada persona es diferente y por lo tanto no queremos agrupar a los niños y niñas por edades ni imponer una separación espacial entre ellos, dejando que cada uno elija en cada momento el espacio, los materiales y los compañeros de viaje que desee. Al homogeneizar se ponen muchas trabas al nacimiento espontáneo de las estrategias o estilos individuales de aprendizaje. Se lanza el mensaje de que si no se sigue el ritmo establecido se tienen dificultades.

Para nosotras, sin embargo, todas las personas tienen sus necesidades educativas especiales; nadie tiene porqué fracasar si no hay ningún listón que superar, no hay competición; cada una alcanzará la meta que desee, pues el deseo es el motor más poderoso.

– Estamos de acuerdo en que los aprendizajes vienen precedidos por una motivación, ya sea externa o interna, pero no confiamos en las motivaciones artificiales o propuestas por terceras personas tanto como en las que el propio organismo encuentra de forma natural. No hay mayor motivación que la satisfacción de conseguir algo por uno mismo o de encontrar aquello que lleva tanto tiempo buscando. Como señala Wallon, todo movimiento conlleva una motivación, un deseo, una emoción, etc.

– Pero todo aprendizaje ha de enmarcarse en un entorno adecuado, provisto de estímulos y recursos, un ambiente en el que sentirse reconocido e ir encontrando las ocasiones y herramientas para explorar el mundo y construir los propios conocimientos.

Por lo que construimos y ofrecemos un espacio lo más rico y completo posible, preparado para satisfacer las características de las etapas de la infancia en las que se encuentran nuestros infantes, y estamos presentes para acompañarles, ayudarles y darles la seguridad que necesiten para la experimentación, manipulación y observación espontáneas, el aprendizaje por descubrimiento y autodidactismo.

Proponemos materiales y formas de utilizarlos que quedan a su alcance para que los usen siempre que quieran, materiales que les ofrecen el contacto directo con los conceptos, el aprendizaje vivencial de las destrezas, la auto organización de las actividades.

– Aunque nuestro trabajo está dirigido a infantes con al menos 2-3 años, damos gran importancia a la primera infancia pues nos aporta un conocimiento más profundo de cada uno de ellos.

Durante el crecimiento de una persona, es en sus tres primeros años de vida cuando se dan gran parte de las vivencias, destrezas y aprendizajes que influirán en sus capacidades futuras. Es el momento de mayor plasticidad del ser humano, en el que se encuentra en un proceso de transiciones continuas y experimenta una evolución muy rápida en todos los aspectos de su desarrollo: cognitivo, social-afectivo y motor.

– Entendemos al niño como un ser global, y por lo tanto que cada uno de estos aspectos evoluciona íntimamente relacionado con los demás. Un ejemplo es que el infante necesita sentirse seguro a nivel afectivo, para favorecer su exploración motriz que a su vez le permitirá acceder a un desarrollo cognitivo adecuado. Si se encuentra en un espacio desconocido y hostil para él, no lo explorará, aplicando sus esquemas ya asimilados. En cambio, sí lo hará si percibe la contención, aunque sólo sea con la mirada, de un adulto que le transmita confianza y seguridad afectiva.

– Se da una especial importancia y atención a la afectividad favoreciendo el autoconocimiento y la expresión de las emociones. A lo largo del día hay momentos tan alegres o emocionantes como un juego o una celebración, y otros tan tristes o agobiantes como la pérdida de un objeto valioso o la frustración de no conseguir algo deseado. Todos ellos se viven con la misma conciencia y valoración.

El lado afectivo de la personalidad se halla unido al social ya que el afecto le viene dado a través de las personas que tiene a su alrededor y con las que mantiene una relación.

Como define Cooley, con su teoría del “yo espejo”, la imagen que cada uno tiene de sí mismo (autoconcepto), se forma a partir de lo que los demás dicen que él es. El autoconcepto es básico para adquirir confianza en uno mismo, evitando un sentimiento de inferioridad.

– Fomentamos el arte y el desarrollo de la expresión creativa que nos permite comunicar las propias emociones, sentimientos y afectos, experimentar placer y conocernos a nosotros mismos.

Cada uno se enriquece a través de diversos modos de expresión: musical, plástica, lúdica, lingüística, corporal, lógico-matemática, etc.

– La comunicación, el dialogo, la capacidad de empatía y la escucha activa son la base de la resolución de conflictos. Todas las decisiones se toman de forma consensuada por aquellas personas afectadas, asumiendo las responsabilidades que conlleven. Respeto por uno mismo y por los demás.

– Pensamiento crítico, abierto y flexible, sin miedo a expresarse. No resignación

– Prevalece la flexibilidad en todos los aspectos: organización, metodologías, espacios, materiales, con el fin de adaptarse a las necesidades de cada individuo en cada momento dentro de la convivencia y la realidad grupal.

– Es un colectivo integrador de distintas características individuales, entendiendo que la diversidad nos enriquece. Nos une una misma concepción de la infancia pero no una misma corriente política o religiosa.

– Nos preocupamos por el consumo responsable y el desarrollo sostenible. Damos prioridad a los productos biológicos y al uso de material de desecho, participando de los recursos y ciclos naturales del entorno.

– Para todo esto nos parece importante que estas experiencias estén inmersas en un medio natural y rural, así como en contacto con el entorno social y tradicional. Disfrutamos mucho de los acercamientos a las labores agrarias, ganaderas o artesanas propias de la zona y de las relaciones intergeneracionales (huertas, pastoreo, etc.)

– Pretendemos que sea innovadora y abierta a nuevas experiencias, en un proceso de formación continua de todo el colectivo, y reflexiva sobre los planteamientos nuevos y antiguos. Por esto estamos en contacto con otros colectivos similares e invitamos a personas que nos aporten nuevos conocimientos.

– Todas las actividades vivenciadas son revisadas en asambleas periódicas de forma constructiva, no perdiendo de vista que estamos en un proceso de crecimiento.

Desarrollamos una actitud participativa, un intercambio de experiencias e impresiones con todos los miembros implicados. Queremos que sea un lugar de encuentro, creando espacios de discusión y diálogo, así como de enriquecimiento personal y colectivo, para que exista una coherencia entre los ambientes más cercanos de las niñas.

– Nos parece importante que el impacto que ha generado la presencia del proyecto en nuestro entorno social más inmediato sirva como ventana a formas alternativas de crianza y atención a la infancia. Por ello organizamos eventos festivos e informativos abiertos a todas aquellas personas interesadas.